martes, 6 de abril de 2010

A vueltas con el aceite de oliva I

Ronda estaba hasta la bandera en previsión de una Semana Santa con buen tiempo y el supermercado estaba lleno de gente que hacía acopio de alimentos para los cuatro días de fiesta que nos esperaban.

En estos super y grandes superficies se pueden encontrar algunos productos de calidad aceptable y a precios muy competitivos, sin embargo otros productos como las verduras frescas empiezo a comprarlas en las tiendas de barrio donde los precios son, a menudo, iguales que en los supermercados y las grandes superficies pero con una mejor calidad pues suelen ser productos locales.

Hoy he estado meditando sobre el hecho de que tenemos un solo cuerpo para toda la vida y los repuestos son escasos de modo que tal vez sea más inteligente mejorar la calidad de lo que le echamos dentro.

Pagamos ochenta euros por un mp5, más de doscientos por una nueva Wii , otros cien por unas zapatillas de deporte de marca y gastamos en el coche una pasta que ni te cuento pero luego racaneamos a la hora de pagar un poco más por lo que comemos.

Cuando llegué a la sección de los aceites me quedé frío al comprobar que había una oferta de aceite de oliva virgen extra a dos euros cincuenta el litro. Lo miré dos veces porque no me lo creía y se me calentó la sangre.

Bien la cadena de supermercados está vendiendo a pérdidas –algo que dudo mucho- bien lo está haciendo la empresa que se lo suministró (Sovena en este caso) o, tal vez, las cooperativas que venden el aceite a la comercializadora están vendiendo a un precio ridículo para poder tener liquidez porque están caninos. Sospecho que la última opción es la acertada.

A principios de año me quejé de que el almacenamiento de aceite que había autorizado la Comisión Europea no solo no solucionaba el problema sino que incluso acabaría agravándolo.

Consiguieron subir los precios de forma artificial ya que dejaron poco aceite en el mercado y, lógicamente, su precio aumentó. Sin embargo a este precio no se compraba ni se vendía por lo que dicho aumento - que podemos ver en POOLred- no ayudó a mejorar la situación de los olivareros.

¿Qué ocurrió cuando a finales de enero acabó el plazo dado por la Comisión Europea y hubo que poner en el mercado ese aceite que estaba almacenado?

Ocurrió que este aceite de la temporada anterior se unió al aceite proveniente de una nueva cosecha histórica con lo cual el precio se fue de nuevo al los infiernos y es posible que este año tengamos unos excedentes superiores a los del año pasado. Por el momento se mantiene en torno a 2,15 €/kg frente a los 1,9 €/kg del año pasado pero eso no soluciona el problema ni creo que refleje la situación real.

Esto, unido al hecho de que se han acabado las subvenciones europeas a los olivares nos pinta un panorama futuro poco halagüeño para el mejor aceite de oliva del mundo.

Mientras tanto ¿qué hace la Junta de Andalucía con su Agencia Andaluza de Promoción Exterior - EXTENDA, creada en 1985- a la cabeza?...en el próximo post les cuento…

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