miércoles, 29 de julio de 2009

Almacenamiento privado de aceite (II)

Como decía el último artículo, Andalucía es la región con mayor producción mundial de aceite de oliva –cerca de 1.025.000 Tm- durante la última temporada, además de una calidad excepcional.
Sin embargo la caída del precio del mismo amenaza con provocar el abandono de la producción por parte de los olivareros que en muchos casos comienzan a soportar importantes pérdidas.
Este hecho se ha intentado paliar pidiendo a la Unión Europea que permita almacenar el aceite de forma que al existir una oferta menor en el mercado se consiga subir su precio.
Se ha obtenido el permiso para almacenar hasta 110.000 Tm de aceite durante 180 días lo que ha supuesto que el precio del aceite haya subido unos 100 euros por tonelada en las dos últimas semanas.
Aún así cabe preguntarse si esta política es acertada en un escenario de estancamiento de la demanda –las exportaciones han descendido por primera vez en 5 años-, con la expectativa de nueva cosecha record este año, con una falta de liquidez galopante en el sector puesto que la mayoría del aceite es comercializado por cooperativas de segundo y tercer grado que a estas alturas aún no han pagado a una gran parte de los cooperativistas, y con un coste añadido que supone dicho almacenamiento ya que requiere la construcción de naves con grandes depósitos. En este sentido recordemos que el aceite es una mercancía perecedera y su almacenamiento requiere unas condiciones especiales. Es por tanto caro no solo debido al coste de infraestructura sino a los costes financieros que supone.
Por eso me pregunto si lo que se está haciendo no es más que aplazar el problema.
En mi opinión las expectativas de crecimiento del mercado no se han cumplido únicamente debido la crisis económica mundial que ha hecho que en nuestros principales mercados exteriores, donde el aceite de oliva es considerado como un producto de lujo, la demanda se haya resentido, sino también a que no se ha realizado una correcta promoción de este producto.
En muchos casos se ha confundido al consumidor de los países potencialmente consumidores con campañas difusas y ofertas poco agregadas. Cocineros de cierto renombre han aparecido en los medios diciendo, por ejemplo, que el aceite bueno es el de 0,2 grados sin explicar bien el porqué, lo que han aprovechado los italianos para potenciar la venta de sus aceites “rebajados” en graduación y de menor calidad.
Durante los últimos años se ha ganado mucho dinero, se han recibido muchas subvenciones y se han hecho importantes campañas que han conseguido aumentar el consumo de aceite de oliva –principalmente virgen extra- en nuestro país hasta unas cantidades per capita nunca vistas y que se haya llegado a considerar un producto de primera necesidad. Sin embargo la promoción exterior ha sido pobre y, como ya he dicho, desagregada y difusa, manteniendo la idea del aceite de oliva no como un producto de primera necesidad sino como un artículo de lujo que se encuentra en las primeras posiciones de la lista a la hora de reducir gastos.
Y mientras vemos que ocurre con nuestro riquísimo y sanísimo oro líquido sigamos consumiéndolo que eso se lleva nuestro cuerpo.
Pero recuerden que, aunque cardiosaludable y excelente fuente de vitaminas, no deja de ser muy calórico.
Ah, y tampoco olviden que tiene excelentes propiedades para la piel.

domingo, 19 de julio de 2009

Almacenamiento privado de aceite.


Almacenamiento privado de aceite


Voy a tratar de explicar hoy de qué se trata y qué ha dado lugar a la “necesidad” de permitir el almacenamiento privado de aceite de oliva.
Como podéis ver escribo necesidad entre comillas pues no creo que realmente exista por varios motivos que comentaré más adelante.

Pero antes de empezar quisiera que quedase claro que Andalucía es en la actualidad la región con mayor producción del mundo de aceite de oliva y además de una calidad excepcional

Durante los últimos diez años el mercado del aceite de oliva ha sufrido el siguiente proceso con las implicaciones correspondientes:

- subida injustificada de precios que implica aumento de beneficios
- formación de megacooperativas de segundo grado para comercializar el producto
- importación de aceite por parte de estas últimas
- bajada en picado de los precios con distribuidoras que venden a pérdidas para promocionar otros productos
- exceso de oferta en el mercado porque la demanda se resiente pues, a pesar del bajo precio, existen alternativas aún más baratas y se depende en exceso del mercado local. El aceite de oliva virgen extra llegó a estar a 1,61 €/l en mayo de este año.
- Acumulación de aceite sin vender en las almazaras.
- Los cooperativistas no cobran y sobre todo las grandes cooperativas de segundo grado como Hojiblanca con sede en Antequera (Málaga) o de tercer grado como Oleoespaña S.C.A se encuentran con el gravísimo problema de la falta de liquidez y el coste que supone el almacenamiento de aceite que sale al mercado a un ritmo lento y un precio que apenas deja margen de beneficio. Esto se agrava debido a la importante inversión en infraestructuras que han realizado y que las ha convertido en las más modernas del mundo.

Aquí es donde se tiene que tomar la decisión peliaguda o la peliaguda combinación de decisiones que consigan sacar al sector del atasco en el que está metido.

Tenemos ahora varias opciones:

- La primera de ellas es dar salida al aceite al precio que el mercado esté dispuesto a pagar por el dadas las actuales circunstancias de exceso de oferta y restricción del gasto por parte de las economías familiares. En realidad las cosas valen lo que el mercado está dispuesto a pagar por ellas. Y si no es así que se lo pregunten a las inmobiliarias.
Esta es una solución bastante “chunga” ya que si no se acaba perdiendo dinero desde luego no se cubrirán las expectativas de los agricultores y podría suponer la retirada de miles de hectáreas de producción olivarera.
- La segunda opción consiste en el almacenamiento privado que es un mecanismo de regulación supervisado por la Comisión Europea que se activa cuando durante dos semanas seguidas el precio del aceite virgen extra alcanza un nivel inferior a 1,77 euros por kilo, lo que permite controlar la oferta y la demanda al intervenir el exceso de producto. Se pretende modificar el reglamento para que dicho mecanismo se active automáticamente a un precio que oscilaría entre los 2,10 euros y los 2,20 euros. Se realiza mediante el almacenamiento de aceite en depósitos que deben reunir unas condiciones especiales (básicamente refrigerados) lo que supone la retirada del mercado de miles de toneladas de aceite con lo que se supone que se contendría la actual caída de los precios (ver www.poolred.es) pero no debemos perder de vista el hecho de que el aceite es un producto perecedero. Tiene una vida limitada y su conservación en condiciones óptimas tiene un coste nada despreciable que deberá ser recuperado en un futuro no muy lejano vía precio y ¿cuánto tendrían que subir los precios para compensar el coste de almacenamiento más el coste financiero que supone para los pequeños cooperativistas y productores?.
¡Jesús!, Aquí la cosa empieza a complicarse: aumento de costes –tanto de almacenamiento como financieros a pesar de las ayudas europeas- y tiempo limitado para dar salida a la producción o tirarla a la basura porque esto no es aluminio, petróleo o acero.
El artículo que aparece en agroinformación: http://www.agroinformacion.com/noticias/26/aceites-y-grasas/18700/se-hace-un-llamamiento-a-las-grandes-cooperativas-para-que-lideren-el-almacenamiento-privado.aspx
es bastante clarificador sobre el objetivo que se busca.
- Y en tercer lugar una campaña bien organizada y seria con vista puesta en la internacionalización del aceite de oliva virgen extra (el de mayor producción y calidad) que haría aumentar la demanda, estabilizaría los precios y garantizaría la producción a medio y largo plazo. Y aquí es donde está, en mi opinión, la “madre del cordero” bueno, la madre, el padre, los hermanos y toda la familia.

El asunto es bastante serio porque incide directamente en la principal actividad económica de muchos municipios andaluces. Es lo que yo denomino dinero nuevo.
Aquí lo voy a dejar por el momento porque es un tema tan interesante y con tantos matices que no se puede poner en un artículo porque aburre.
Así que…continuará (la semana próxima) con la solución al problema peliagudo.

lunes, 13 de julio de 2009

Al rico pescado azul

Ayer caminaba por el paseo marítimo de la ciudad costera en la que vivo observando el despliegue de moda de verano, joyas y coches de lujo en los aparcamientos de los chiringuitos.
Claro. La ciudad en la que vivo es Marbella y este fin de semana teníamos la Copa Davis. Llegué a ver incluso un perro de esmoquin. Lo juro por mis muertos más frescos, que diría Pérez-Reverte. Llevaban a un perro a cenar vestido con un esmoquin.

El caso, y es a lo que voy, es que traté de fijarme en lo que pedían para cenar. Confieso que no pude evitar la curiosidad de saber lo que come este tipo de gente.

Ensaladas, lo cual es muy habitual y sano; gazpachos por doquier, ¡qué alegría me dá que se consuma tanto algo tan nuestro y tan sano!; alguna carne a la parrilla, por la noche y junto al mar... sin comentarios; y bastante pescado pero entre este destacaba la sardina en espeto y esto es lo que más me gustó de lo que observé.

La sardina es uno de los pescados más humildes y que puede ser consumido por todos debido a su precio y a sus excelentes cualides nutritivas.

La humilde y barata sardina que, dicho sea de paso, ahora está en temporada, es decir, está gordita y grasienta, es una de las variedades de pescado azul más conocidas y consumidas en España.

Y es aquí donde quiero recordar a todo aquel que siga el blog que el pescado azul, que suele ser bastante barato, tiene unas propiedades nutricionales excepcionales: contiene proteínas, calcio, fósforo y algo tan bueno para nuestra salud como el ácido graso omega-3.
Y lo mejor es que contiene gran cantidad de este ácido y de forma natural. No es lo mismo beber leche enriquecida con omega-3 -que obtienen precisamente de estos pescados- como tomarlo en un plato de pescado ya que es más natural y se asimila mejor.

La sardina cuando está en temporada, como ahora, llega a alcanzar un 10% de grasa corporal. Esta grasa, que es la que contiene el famoso omega-3, se almacena debajo de la piel y en la carne que vemos más oscura. Por eso cuando tome sardinas recuerde que la grasita que queda cuando las ha hecho a la plancha o en espeto no es mala y se puede consumir sin problemas. Obviamente contiene muchas calorías pero esas se queman después dando un paseo. Ya se sabe "la comida reposada y la cena paseada".

Estos ácidos grasos poliinsaturados se ha demostrado que son cardiosaludables, es decir, que ayudan a evitar los problemas de circulación pues ayudan a aumentar los niveles de colesterol HDL, el llamado colesterol bueno lo que, por decirlo de forma simple, ayuda a limpiar venas y arterias.

Lista de pescados azules que se consiguen fácilmente en España:

  • SARDINA
  • BOQUERÓN
  • CABALLA, SARDA O VERDEL
  • CHICHARRO O JUREL
  • ATÚN
  • BONITO DEL NORTE
  • SALMÓN
  • ANGUILA
  • PEZ ESPADA
Algo importante que debo recordar es que cuanto mayor es tamaño de las piezas mayor es la posibilidad de que acumulen en su cuerpo metales pesados vertidos al mar por las industrias los cuales son tóxicos. Esto no quiere decir que necesariamente contengan contaminantes pero si que la probabilidad es mayor.

De modo que les recomiendo para hoy unas sardinitas, unos boquerones, un buen jurel grande al horno, o su prima la caballa.

Me quedé sin saber que comió el perro del esmoquin.