domingo, 31 de octubre de 2010

Diabetes ¿Tiene cura?

Diabetes. ¿Tiene cura?

Nick Jonas, Sharon Stone, Liz Taylor, Halle Berry, Papa Juan Pablo II, Maradona, Woody Allen, incluso el mismísimo Bin Laden. Todos tienen en común ser diabéticos.

Si hubiese cura quién cree que estos personajes no habrían dejado de serlo.

Tan solo en la Unión Europea –ampliada- existen unos 20 millones de personas con diabetes con el altísimo coste que eso supone a la sanidad pública. ¿Quién puede creer que si hubiese un método para curarla no se aplicaría?.

Hoy por hoy la diabetes no tiene cura. Dependiendo de que sea tipo 1 o tipo 2 así como de su alcance, el tratamiento puede o no requerir la utilización de insulina, medicamentos hipoglucemiantes o simplemente dieta y ejercicio (en los casos más leves) pero, insisto, la diabetes no tiene cura y en el caso de la diabetes tipo 1 es necesaria la administración periódica de insulina. Prevenir la diabetes tipo II es posible. Curarla no.

Últimamente varias personas me han dicho que mi hija se podía curar de diversas formas: con infusión de pasuchaca, con hierba “parietaria, con un producto llamado Dolce Vita (en México), con no se qué método natural del doctor X–por llamarle de alguna forma- del Perú o de Chiquitistán del Norte.

Tonterías. Repito que la diabetes no tiene cura aunque a los diabéticos y a sus padres –como yo-, no nos haga gracia.

Es cierto que la pre-diabetes es un aviso y con una buena dieta y ejercicio podemos llegar a tener de nuevo niveles normales de azúcar en sangre con lo que podría parecer que alguien que tenía diabetes se ha curado. Pero no es así.

Existe también el llamado período de remisión o “luna de miel” de los diabéticos tipo 1 –normalmente niños. Que durante algún tiempo parecen normalizar sus niveles de glucemia. De esto se aprovechan algunos médicos o curanderos sin escrúpulos que les dicen que esto se debe a sus métodos naturales y a su filosofía de vida, etc. Una vez que la diabetes se desarrolla en todo su “esplendor” lo achacan a que no se han seguido bien sus indicaciones dejando al paciente con la diabetes –que era su destino- y con el sentimiento de culpabilidad de no haber hecho las cosas bien y tener que pagar por ello el resto de su vida.

La diabetes es algo muy serio que no tiene cura aunque en Internet aparezcan páginas de pseudo-médicos, chamanes, curanderos y otros caraduras –no hay más que ver las faltas de ortografía que tienen al escribir- que sostengan lo contrario.
Mucho cuidado con ponerse en mano de estas personas ya que el riesgo de desarrollar patologías asociadas que (retinopatía diabética, problemas de circulación, etc.) es alto y nos podrían acompañar el resto de la vida.

Quién tenga diabetes o sospeche que pueda tenerla debe ponerse en manos de especialistas. En España, por suerte, tenemos estupendos profesionales con gran experiencia y contacto con el resto de especialistas del mundo y, supongo que en el resto de los países desarrollados ocurre exactamente igual.
Confiemos en estos profesionales. Su experiencia y conocimiento conjunto es infinitamente superior a lo que nos pueda decir cualquier supuesto “sabio” salido de Dios sabe donde.